Abajo firmado y dirigido a Manuel Gutiérrez, Gobernador Intendente del Paraguay, por varios pobladores de la villa de Ñeembucú al respecto de los asaltos continuos verificados por los indios del chaco.
UntitledAparecen firmas de José Espínola, Antonio Ortíz, Pedro Vicente Morales, Manuel Rivera, Fernando Cuenca, etc. Algunos documentos están autenticados con el sello real de Carlos IV. El código esta dividido en partes, cada una trae una papeleta de título particular, expediente que trata de Curupayty y de las hostilidades causadas por los Indios Bárbaros al Doctor Fernando Cuenca, “expediente que trata de la oposición que hizo el comandante de Curupayty” contiene dos exortos de la ciudad y el comandante de Corrientes sobre límites de este y aquel distrito.
Contiene varios documentos relativos a las diferencias suscitadas por las juntas de Corrientes sobre límites de esta y aquella jurisdicción.
Oficio de José Miguel Ibáñez, Comandante del Campamento de Borbón, al comandante de Concepción, comunicando la restitución de un fuerte con todos los pertrechos y municiones, encontrados por el Teniente Antonio María Da Silva Torres cuando él tomó posesión del cargo y la necesidad urgente de ganado para la subsistencia de la tropa.
UntitledExpediente que trata de un robo de caballos ejecutado por los indios del chaco, asociados de los remolinos. Contiene igualmente un estado de la fuerza de las guardias de la costa baja.
UntitledPapeles relativos a los asaltos de indios en la frontera del norte del Paraguay en 1812 y 1814.
UntitledVarios oficios en que los comandantes dan cuenta de saber que los indios han robado algunos caballos, piden armas y municiones y que se levantó la guardia de Ibioca.
UntitledLegajos de papeles relativos a la reducción de Remolinos, en que aparecen quejas y representaciones de los comandantes y moradores de la cuesta abajo, exponiendo al gobierno los imperantes robos y perjuicios que hacían los indios de otra reducción ligados con los del chaco, que estaban a punto de dejarlos en una total miseria es indigencia que otros infieles no querían dedicarse al trabajo sino a mantenerse a costa del pobre vecindario, que estaban como al principio en sus perniciosas costumbres y hasta ganancia sin que se dediquen siquiera a aprender la doctrina cristiana.
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