(Félix de Azara y Perera; Barbuñales, Huesca, 1746 - id., 1821) Naturalista y geógrafo español que llevó a cabo importantes estudios sobre geografía e historia natural del Río de la Plata y Paraguay. Félix de Azara estudió en la Universidad de Huesca y completó su formación en Barcelona, donde realizó estudios de matemáticas. Tras ingresar en el Cuerpo de Ingenieros Militares, dirigió trabajos de fortificación en Mallorca y Figueras. Con el rango de brigadier de la Armada, Félix de Azara fue enviado a Paraguay en 1781 junto a Juan Francisco de Aguirre y la comisión que había de establecer los límites entre las posesiones de España y Portugal. Su misión consistía en definir la frontera con Brasil según el tratado de San Ildefonso (1777). Permaneció en Paraguay y en el Río de la Plata durante veinte años, y aprovechó esta prolongada estancia para estudiar la fauna, la flora y la geografía de la zona. Fue un crítico acérrimo de las misiones jesuíticas.
Joaquín de Alós y Brú,nacido en Barcelona el 27 de enero de 1746, era hijo de Antonio de Alós y de Rius y Teresa de Brú. Joaquín de Alós pasó a América en 1767, ejerciendo en Perú como Coronel y Subdirector de Milicias. Ejerció como Corregidor de Oruro por poco tiempo, debido a que la plaza le resultaba pobre y carentes de recursos; y luego fue nombrado Corregidor de Chayanta. Sus malos antecedentes no fueron obstáculo para que se le colocase al frente de la Gobernación Intendencia del Paraguay; siendo nombrado para el cargo en 1786 hasta 1796. Gobernador Militar de Valparaíso desde 1799 hasta enero de 1811. Luchó para las fuerzas realistas en Perú, siendo propuesto como Comandante Militar de la Provincia de Cuzco, aunque no pudo aceptar por motivos de salud, falleciendo en Lima en 1827.
Rey de España (El Escorial, 1784 - Madrid, 1833). Era hijo de Carlos IV. Su reinado estuvo marcado por su resistencia a reformar las caducas estructuras del Antiguo Régimen, acompañada de una represión sangrienta contra los movimientos de inspiración liberal. Un endeudamiento creciente ahogaba a la Hacienda Real, al tiempo que España perdía todo protagonismo internacional (la participación en el Congreso de Viena de 1815 se saldó sin beneficio alguno para el país).
Incapaz de reaccionar ante el proceso de emancipación de las colonias americanas, Fernando permitió prácticamente que consolidaran su independencia de España; una vez muerto Fernando y gobernando María Cristina como regente en nombre de su hija, Isabel II en 1833.